Garden Magazine entrevista a Miguel Bixquert, director de Iberflora: «Otra ocasión perdida»

La crisis de 2008 al 2015 fue terrible para nuestro sector. Todos tenemos en mente a personas y empresas que se quedaron por el camino. Sin embargo, lo que estamos viviendo estos días es algo totalmente desconocido, tanto por su intensidad como por su inmediatez, y nos ha pillado a todos por sorpresa.

Nuestra fortaleza y nuestra debilidad es que nuestro sector es la suma de varias identidades. Por una parte, tenemos un componente agrícola (viveros productores, tecnología, insumos), pero no se nos considera como tal, por lo que se nos deja al margen y se restringe nuestra actividad. Por otra parte, a nuestro canal especializado (gardens) no se les permite la apertura por no considerarse de primera necesidad, a excepción de algunas secciones muy concretas. Todas estas decisiones administrativas han cercenado nuestras dos principales identidades.

En unas circunstancias como las actuales, donde la población tiene restringida la movilidad, echamos en falta una mayor sensibilidad de las distintas administraciones: creemos que deberían haber incluido a los gardens como un canal donde la población podía haber acudido a proveerse.

Cada uno puede administrar su tiempo libre como quiera, desde ver la televisión, hasta leer o cocinar, siempre respetando las normas. Pero ¿hay algo más seguro y gratificante que estar en tu casa, terraza o jardín cuidando de tus plantas? ¿Alguien duda del efecto benefactor que produce estar rodeados de plantas o de realizar una actividad manual al aire libre? Y, sobre todo, ahora que los niños están en casa y tenemos tiempo, era el momento perfecto de haberles iniciado en temas como los huertos urbanos o las plantas aromáticas y culinarias.

Me consta que desde distintos colectivos y asociaciones se están batiendo el cobre por sensibilizar a los políticos, destacando especialmente el papel de la AECJ, pero nuestros dirigentes han perdido una maravillosa oportunidad de pensar en verde. Lógicamente, después se les llenará la boca de sostenibilidad, de medio ambiente, etc…

Estoy convencido de que este paréntesis, aunque profundo, será corto. Dejará huellas, pero puede ayudarnos a reconsiderar nuestro sistema de valores: las personas, la proximidad, el entorno natural,  ganarán enteros.

APOSTEMOS POR EL VERDE, APOSTEMOS POR EL FUTURO.