Iberflora reivindica el papel esencial de las zonas verdes, más valoradas que nunca tras la crisis del COVID-19

La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ha asegurado que la crisis del coronavirus ha servido para realzar el valor que la infraestructura verde urbana tiene para la salud física y emocional de los ciudadanos. Iberflora, que se celebra del 6 al 8 de octubre de 2020 en Feria Valencia, no solo aplaude sus palabras, sino que también reivindica el papel esencial de las zonas verdes en esta época post COVID-19.

Las defiende como una forma clave de equilibrar la vida de las personas a través de la mejora de la salud física y mental, de las relaciones sociales, del placer estético, del aire puro y limpio, del tiempo de recreo junto a familiares y amigos.

Cabe destacar que la FEMP envió hace unos días una carta a más de 7.000 ayuntamientos con una serie de recomendaciones para que se respeten los ciclos vitales de las especies y para el mantenimiento de la infraestructura verde urbana tras el período de confinamiento, momento en el que ha estado más preservada y menos contaminada que nunca.

Según aseguraban desde la FEMP, la integración de criterios ambientales en el diseño y gestión del verde urbano puede contribuir a luchar contra la pérdida de biodiversidad asociada al crecimiento urbano y reforzar los servicios ambientales que éste aporta, consolidando su papel como infraestructura verde. “Asimismo facilita el acercamiento a la naturaleza en plena ciudad, algo que los ciudadanos y ciudadanas consideran como positivo en general, como se ha visto estos días de confinamiento”, aseguran desde la Federación.

Además, la cuarentena ha puesto también de manifiesto la importancia de contar con un pequeño espacio verde en el hogar, ya sea en forma de balcón, terraza o jardín, así como las ventajas de vivir en un entorno rural en el que la naturaleza forma parte de la vida de sus habitantes. Un modo de vida cada vez más habitual y clave en momentos de crisis como los que se han vivido los últimos meses.

“Tenemos que reflexionar sobre las posibilidades que un modelo de gestión más respetuoso con la naturaleza en los entornos verdes urbanos y periurbanos puede suponer para conseguir ciudades resilientes, saludables y sostenibles”, han señalado desde la FEMP. Desde Iberflora no podríamos estar más de acuerdo.