LA DEMOCRATIZACIÓN DE LAS PLANTAS MARCA LAS TENDENCIAS DE PRODUCCION DEL SECTOR ORNAMENTAL PARA LOS PRÓXIMOS AÑOS

El debate sobre qué se producirá en los próximos años en el sector de planta ornamental ha marcado la ultima jornada del Espacio Dinamiza de Iberflora, donde durante las tres jornadas de celebración de la muestra, del 2 al 4 de octubre en Feria Valencia, se han dado cita expertos sectoriales para reflexionar sobre la actualidad del sector verde.

En la mesa redonda, que ha estado moderada por Henar Bolos subdirectora de Garden Magazine, han participado Manel Barot, director de Ventas de Syngenta; Javier Molina, técnico de la División de Césped Profesional de Semillas Fitó; Alejandra Pintos, directora de Marketing de la firma Projar; José Doménech, director de Producción de Vivercid; Alberto Pascual, director de Medipalm; y Pol López, secretario técnico de la Associació d’Agricultors Viveristes de Barcelona.

Todos los ponentes han coincidido en señalar que el futuro del sector pasa por la producción de plantas en formato pequeño y de precio asequible, cuyo cuidado resulte cómodo y fácil al consumidor, y sobre todo que sea un producto que satisfaga plenamente a los gustos del cliente final.

En este sentido, se ha pronunciado Manel Barot quien ha hablado de la necesidad de pasar del cultivo tradicional al cultivo industrial, con un formato de plantas más competitivo y un sistema de producción más eficiente. “Hablamos de plantas programables con periodos cortos de producción; con variedades que cada vez dependan menos de la climatología; y de plantas de larga vida en estanterías, ante la implantación cada vez mayor de este producto en las grandes superficies, donde no siempre se dan las condiciones más óptimas para la planta”, ha afirmado.

En la misma línea se ha manifestado José Doménech quien ha hecho especial hincapié en la necesidad de democratizar las plantas porque tal y como ha asegurado “lo que busca el consumidor hoy en día es el Zara de las plantas, un producto fácil de transportar y mantener y cuyo precio le permita renovar continuamente”. Asimismo ha insistido en la importancia de que las plantas lleven implícitas un argumento o una historia sobre su origen.”Queremos que la planta nos cuente algo, pero también que lleve asociado otros valores como beneficios para nuestra salud o para nuestro bienestar”, ha explicado.

Pol López ha continuado con la argumentación de sus compañeros en la mesa de debate destacando que las plantas deben aportar mucho más que el mero valor estético. Y ha apostado por un modelo de producción centrado en las nuevas exigencias de la demanda. “Para seguir siendo competitivos -ha explicado- debemos producir nuevas variedades; nuevos formatos; apostar por lo comestible con el alza del interés por el huerto urbano, así como por los cultivos de culinarias con certificaciones eco; invertir en productos relacionados con la salud y el beneficio físico, como por ejemplo el aloe o la estevia; y por productos semi acabados que puedan exportarse a zonas más frías, donde los costes de producción son mayores”.

Para Alberto Pascual en los próximos años debe primar como tendencia la calidad y un formato de planta más pequeño y que esté bien trabajado. Y se ha referido a la necesidad de hacer un cambio de mentalidad. Según él, “en la línea de arbolado y construcción siguen siendo mercados muy interesantes los países de Oriente Medio”. “Pero la tendencia vendría marcada -asegura- por la necesidad de producir variedades autóctonas de estos países”.

Centrando su exposición en el ámbito de las cespitosas para jardinería, Paco Molina  ha explicado que las nuevas tendencias tienen por objetivo prioritario la formación de cubiertas resistentes, o la recuperación y regeneración de espacios. “Pero también -ha añadido- el menor consumo de agua, la producción de variedades resistentes a herbicidas; un producto más resistente a la sombra y el pisoteo (ideal para campos de fútbol); y variedades que requieran menos mantenimiento y que posean una mayor capacidad de resistencia al frío”.

Alejandra Pintos ha sido la encargada de orientar el debate desde el qué producir, hasta el cómo se va a cultivar en los próximos años. Según ella, “las tendencias nos acercan hacia la diferenciación mediante la oferta de algo distinto pero sin aumentar por ello los costes de producción”. Se ha referido al aumento del uso de espalderas para dar forma a la planta, o al uso de macetas a juego con el color de sus flores; así como a la utilización de abonos de liberación controlada. En cuanto a la hidrocultura, ha hablado de la tendencia creciente hacia la hidroponía, ante los problemas del agotamiento de los suelos, y a la técnica de solapar cultivos para no tener periodos sin producción”.

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