“Las claves en el diseño de un ramo son el análisis, la observación, pero ante todo el orden”

Roberto Silvosa será el artista floral que este año ofrecerá demostraciones en Universo Floral. Silvosa ha sido reconocido con premios en numerosas ocasiones por su estilo que él define como “casual, espontáneo, roto o desestructurado, pero siempre muy respetuoso y elegante”

En tu mochila profesional llevas muchos premios como el de Campeón de España de Ramos de Novia o el subcampeonato de Arte Floral de España. Es una vida dedicada a este mundo al que estás vinculado desde niño, puesto que tus padres tenían una floristería y un vivero. ¿Cuáles son tus primeros recuerdos de esa floristería, las flores, los ramos…?

Después de 35 años como florista, lo que menos recuerdo son mis premios. Forma parte de otra impronta a día de hoy. No me encuentro en un momento donde el ego forme parte esencial de mi camino con las flores.

Es curioso o cosa de mayores, pero cada vez recuerdo con mayor claridad esos inicios… Recuerdo a los 13 años cómo al salir del cole me pasaba a ver a mis padres y ya me quedaba por allí tocando flores y plantas Empecé a los 14 años nada más acabar la EGB de entonces y recuerdo con mucho cariño al equipo humano de esa floristería. Era, y es, una floristería tradicional de barrio, pero con más flores que muchas otras. Recuerdo tal inmensidad de flor que incluso a día de hoy me quedo abrumado por tal exposición. Era un tipo de trabajo muy actual para la fecha y fue un inicio del camino muy importante para mí. Hoy miro atrás y veo a mi familia, a mis padres con un derroche de admiración hacia todos ellos.

De aquella primera vida rodeado de flores, ¿guardas algún consejo de tus padres o alguna reflexión que te ha acompañado siempre?

Me encanta esta pregunta.  Mi padre tenía unos 65 empleados a su cargo, había mucha gente trabajando allí. Todos y cada uno de ellos sentía admiración por mis padres. Ellos dos siempre hablaban de sus compañeros, de sus colaboradores, y eso me caló. Pero si algo me ha calado y llevo muy dentro de mí, y quien me conoce en el trabajo lo sabe, es el nivel de exigencia conmigo mismo y no por el resultado de belleza, si no por la parte de disciplina. Mi padre siempre decía que un buen trabajador no es el que más trabaja, sino el que trabaja con cabeza. Por ello en mi concepto de trabajo valoro mucho esa parte disciplinada en la gente que me rodea. En ese concepto del florista como artista que muchas veces nos creemos, no tenemos hábitos de trabajo. Lo digo con humildad y cariño, y por descontado con mi mayor respeto hacia esta profesión.

¿Cuáles son para ti las claves a la hora de abordar el diseño de un ramo?

Para mi la mayor clave del diseño es, sin duda, el análisis, la observación, pero ante todo el orden. El orden es el secreto de muchísimas cosa. Si ya juntamos el tener un día “gracioso” tocando las flores, el resultado puede ser maravilloso.

Una frase que medito, y me encanta es: “la perfección no existe, pero sí la excelencia”. Cada día me recuerdo que nadie se perdió en un camino recto.

¿Qué tendencias son las que actualmente marcan el mercado?

El mercado, de alguna manera nos ha puesto frente a cada uno de los floristas, hemos pasado tiempo en educar al público, y en la actualidad es el público quien educa a los floristas. El público se aleja de esto que llamamos arte floral y nos lo han demostrado. Hoy la decoración floral tiene un mayor impacto en nuestro día a día.

Si tuvieras que definir tu estilo…

Mi mujer siempre dice que soy como un camaleón. Puedo tener un nivel de concentración muy alto cuando trabajo y esto me permite adaptar el concepto al estilo más puro del cliente, pero mi parte más pura, interior y que forma parte de mí de forma innata es un estilo casual, espontáneo, roto o desestructurado. Y, por supuesto, muy respetuoso y  elegante. Creo que es así cómo me defino.

¿Qué expectativas tienes puestas en Iberflora? ¿Qué podremos ver en tus demostraciones?

Me siento muy ilusionado por  trabajar con personas que aman y respetan esta profesión. Trabajar además junto a mi hermana me hace una ilusión terrible, la observo mucho, y en mi crecimiento personal creo que también tiene ella gran culpa. Vamos a dar lo mejor de nosotros. Espero sacar mi mejor versión. Lo cierto es que siento un poquito de miedo, a pesar de llevar más de 30 años haciendo demostraciones y formación.