No cabe duda de que en el mundo del diseño y en la arquitectura se está produciendo una transformación desde hace unos años y la edición digital del periódico Expansión lo ha reflejado muy bien en su artículo “Cómo pretende el diseño salvar el mundo”.
Ya no se buscan exclusivamente criterios estéticos y funcionales a la hora de llevar a cabo un proyecto: la sostenibilidad se ha convertido en una característica también fundamental.
Y ello responde a las tendencias de los últimos años, pensadas con el objetivo de respetar el medio ambiente sin renunciar a los diseños estéticos. Ahora no basta con dar a los objetos una apariencia atractiva: el ecosistema importa y hay que evitar trastocarlo.
Un ejemplo muy claro de estas tendencias en el ámbito de la arquitectura son los edificios inteligentes, que a través de criterios de sostenibilidad y de eficiencia energética ya no producen cambios en el entorno, sino que se adaptan al mismo, minimizando el impacto ambiental del proyecto.
Otro ejemplo son las cubiertas verdes, tal y como publicábamos días atrás con las acciones que está llevando a cabo Mercadona en algunas de sus tiendas. Se trata de cubiertas que hacen de aislante térmico y que además reducen el efecto “Isla de Calor” en las zonas urbanas.
El artículo de Expansión resalta también la importancia del diseño del mobiliario urbano sostenible y pone como ejemplo las Paradas Solares Inteligentes del Área Metropolitana de Barcelona, que muestran en sus paneles la información necesaria sobre el transporte público siendo totalmente autosuficientes, es decir, no suponen coste energético.
Pero este movimiento sostenible y ecológico está llegando también al diseño de artículos más pequeños que estudian también al milímetro su estética, esto son envases de productos como bebidas o aseo personal. Pero el artículo se centra también el el “Eco-packaging”, monomaterial y por lo tanto sencillo de reciclar, sostenible en tanto en cuanto aumenta la vida útil del producto y respeta el medio ambiente.
Finalmente, resaltan la aportación de la moda vintage al movimiento del diseño sostenible, promoviendo el reciclaje de materiales y tejidos con el objetivo de crear nuevos productos estéticos a la par que sostenibles.
En definitiva, el diseño del siglo XXI ya no es diseño si no va acompañado del concepto de la sostenibilidad y desde Iberflora queremos seguir fomentando este movimiento del diseño sostenible y responsable con el fin de cuidar el planeta y con la esperanza de que se reduzca la contaminación y de que nuestros hijos y nietos puedan vivir en ciudades limpias y sostenibles.